Historia


La historia comienza un día de invierno de 1546, en La Dehesa, donde se encontraban unos pastores apacentando a su ganado, cuando la proximidad de un barco llamó su atención. El velero trataba de salir una y otra vez del Mar de las Calmas pero le era imposible dado que cada vez que quería abandonarlo el viento cambiaba su dirección y se lo impedía.
Ante este comportamiento tan extraño, los aborígenes decidieron avisar al alcalde Bartolomé Morales, el cual bajó al día siguiente, con un grupo de hombres armados, para ver qué sucedía. Así, cuando los tripulantes del velero vieron a un grupo de isleños que se acercaban a la orilla, echaron una barca, al mando de la cual se encontraba el capitán, y fueron a su encuentro, informándoles de lo que sucedía. El agua y los alimentos de a bordo se acabaron y el capitán del barco pidió a Bartolomé Morales que le vendiese comida. El capitán le comentó que no tenía dinero para pagarle, pero que a cambio podría darle una imagen de la Virgen María que tenía en el barco. El trato se cerró el día 6 de enero de 1546. En ese momento comenzó a soplar el viento que permitió al barco alejarse de la isla, al tiempo que los herreños depositaron la imagen en una de las cuevas del Caracol, que desde entonces se la conoce como Cueva de la Virgen, y quienes en memoria del día en el que se la entregaron decidieron darle el nombre de Virgen de los Reyes.
La Bajada.

La bajada de la Virgen de Los Reyes se celebra cada cuatro años. En ella, la Virgen es trasladada en peregrinación desde su ermita, en La Dehesa, hasta la capital de la Isla, Valverde. Los orígenes de esta fiesta se remonta a una prolongada sequía que se produjo en 1740, que provocó la pérdida de las cosechas y que numerosos animales murieran de hambre y sed . Los pastores decidieron conducir a la imagen hasta Valverde para dedicarle una novena. Muy pronto llovió y, como símbolo de agradecimiento, se firmó el voto de llevar en peregrinación a la Virgen desde su santuario, en La Dehesa, hasta Valverde cada cuatro años. La primera Bajada tuvo lugar en 1745.

En esta fiesta desempeñan un papel fundamental los bailarines, que se van incorporando a la procesión a medida que la Virgen pasa por los pueblos